La Gata, Colette
La Gata, Colette
El Enigma del Gato
Sidonie-Gabrielle Colette fue una escritora francesa que vivió entre finales del siglo XIX y el siglo XX. Escribió algunas de las novelas más aclamadas de su época, presidió la Academia Goncourt y, aunque la iglesia le negó un funeral oficial, la despidieron en Francia con uno de Estado en 1957.
Primero ama de casa y escribiente de su mujeriego marido, Colette escribió “Claudine en la escuela” (animada por éste), que es un éxito e identifica la sexualidad de la mujer adolescente por primera vez en Francia. Su marido la encerradó obligándole a escribir las secuelas de Claudine.
Tras su éxito, Colette conoce a una americana adinerada con la que tiene un romance, su marido lo sabe, lo aprueba e incluso forma parte de este trio. París vive un momento de desenfreno, ella no fuma, no bebe y no se droga, pero sí abraza la sexualidad.
Colette posando para una revista de la época
Fue actriz de music hall y tuvo una relación con Mathilde Morny-Missy, una aristócrata lesbiana y exdrogadicta. Su madre fue uno de los pilares de su vida, quien le inculcó el ateísmo y el sentido de desobediencia a la autoridad. Se casó con dos hombres más.
Fue una anciana célebre que hizo casi de todo. Fue reportera, guionista de cine y regentó un salón de belleza. Tuvo dos gatos a los que amó con locura.
En 1945 se convirtió en la primera mujer miembro de la Academia Goncourt, que incluso llegó a presidir. Murió a los 81 años habiendo tenido una vida feliz. Tuvo una hija Colette de Jouvenel que se unió a la resistencia durante la Segunda Guerra Mundial y que defendió posteriormente los valores feministas a través del periodismo.
Sidonie-Gabrielle Colette resumió su vida como: “El amor fue el pan de mi vida y de mi pluma”.
Portada del libro La Gata de la escritora francesa Colette
En la gata, Colette describe un matrimonio de recién casados, aparentemente por conveniencia. Alain es un chico que proviene de una familia aristócrata venida a menos y Camille una burguesa de orígenes humildes cuya familia ha conseguido acumular riqueza.
El conflicto principal se presenta en forma de felino, la gata de Alain Saha, tiene cautivada la atención de su dueño compitiendo con la impotencia y los celos de su nueva esposa por conquistarle.
No es un libro en el que sucedan grandes tragedias pero en las pequeñas cosas podemos encontrar hermosos conflictos o identificarnos con cualquiera de los tres protagonistas.
Tiene un toque cómico al enfrentar a Camille con la gata, por conseguir la atención de su esposo, siendo la gata, independiente, bella y altiva, imbatible ante sus ojos.
Me gusta mucho como describe Colette los movimientos del gato, la impotencia de la mujer y el apático pensar del joven aristócrata. Cualquiera que sea amante de los gatos disfrutará de este relato.
Los gatos siempre me han evocado la personalidad femenina y no se si Colette pretendía exponer a este animal como metáfora de un tipo de mujer que estoy seguro abundaba en París, la femme fatale, que con su indiferencia y misterio supera en atractivo a la mujer atenta y entregada.
O puede que solo sintiese la misma fascinación que Alain por su gata. Habría que preguntarle.