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Caamp, Banda de Country Folk, EEUU
Caamp es una banda de folk rock americana con tres discos en el mercado: By and By, Boys y Caamp. Su último disco fue grabado en Texas lo que según ellos les dio un toque extra al estilo folk country que imprimen en su música.
Sus dos miembros fundadores Taylor Meier y Evan Westfall comenzaron la banda con otros dos músicos como un proyecto escolar en sus últimos años de High-School en Ohio, EEUU.
Cuando llegó el momento de entrar en la universidad, dos de sus miembros decidieron dedicarse en profundidad a sus estudios mientras que Taylor y Evan eligieron apostar por su música, incorporando en el grupo al bajista Matt Vinson.
Un dato curioso es que cuando comenzaron con la banda Evan no sabía tocar el Banjo. Poco a poco consiguió hacerse lo suficientemente bueno con él como para grabar un disco.
Logo de la Banda Caamp de Country Folk Americano
Una de las cosas que me gustan de esta banda es la humildad que desprenden en sus entrevistas y que lo que más ilusión les hace es subirse a un escenario juntos y brindar por la amistad.
Una canción suya que destacamos es Vagabond (Versión de Estudio), en la que el protagonista tiene un sueño en el que corre por un bosque, , bebe whysky en la orilla de un río y viaja a a toda velocidad por una autopista.
Os dejamos aquí un video dónde la interpretan en versión acústica:
Logo de la Banda Caamp de Country Folk Americano
Tienen muchas canciones que son perfectas para acompañar un largo viaje por carretera, un paseo de reflexión o un atardecer con cerveza bien fria y unos cuantos amigos.
Por dejaros una selección aparte de la arriba mencionada: All the debts I owe, Peach Fuzz o No Sleep.
Para terminar, una versión de la canción de Bon Iver, Skinny Love interpretada en directo por Taylor Meier que nos parece una genialidad.
Taylor Meier, en una de sus actuaciones en directo
A veces nos encontramos en situaciones personales y profesionales que no nos hacen sentir bien y no somos capaces de enfrentarnos a ellas por diversos posibles motivos.:
Necesidades económicas, el miedo a empezar de cero, la zona de comfort, «consejos» de terceros o simplemente la cobardía de no enfrentarse a lo que uno siente .
Es normal tener miedo a seguir nuestros insitintos y a perseguir nuestros fantasías y sueños. Casi todo el mundo teme plantarle cara a sus deseos. Me gusta la incertidumbre de lo idílico y las posibles utopías personales.
Si nos paramos a pensarlo, ¿a quién admiramos? En mi caso, a aquellas personas que saben lo que quieren y luchan por conseguirlo.
Cada uno sabe, dentro de sí mismo, qué es factible y que no (según sus propios límites de esfuerzo mental y físico).
Si analizamos detenidamente cualquier deseo, siempre hay una manera de dar los pasos adecuados para acercarnos a conseguirlo. Al final, sienta mejor fracasar en el intento que no haberlo intentado.
Deberíamos poder conseguir un equilibrio entre el ideal máximo y un punto de comfort luchado que nos haga ser felices.
Como dice un buen amigo, no hay fracasos, hay aprendizajes.
